LOS MEDIOS Y LAS ELECCIONES EN BRASIL
Vera Chaia *
Artigo apresentado em Pamplona no I Foro de Comunicación,
Educación y Ciudadanía, no dia 27/03/06, na cidade de Pamplona/Espanha.
Versão do artigo para o espanhol de Martin Aranguri.
1. Los Medios de Comunicación en Brasil
Al analizar la relación entre los medios y las elecciones en Brasil,
se debe tener ciencia de que la 1ª característica de nuestros
medios de comunicación es que ellos siempre fueron usados como moneda
de cambio, o sea, son utilizados políticamente, como resultado del
hecho que la concesión de los medios de comunicación, específicamente
el radio y la televisión, es prerrogativa del Estado, predominando
lo que se denomina un coronelismo electrónico.
La 2ª característica de nuestros medios de comunicación
es que siempre estuvieron en las manos de las familias: Mesquita (Estadão),
Frias (Folha), Saad (Bandeirantes) y Marinho (Globo), Sarney, Barbalho,
Magalhães y Abravanel (SBT). Ahora también contamos con la
presencia de las Iglesias evangélicas que disputan y controlan los
medios de comunicación citemos a Edir Macedo obispo
de la Iglesia Universal del Reino de Dios y dueño de la Red Record
y de concesiones de centenas de radios y afiliadas de televisión
diseminadas por Brasil.
El radio, implantado en Brasil en los años 1920, siempre fue utilizado
por los gobernantes para divulgar sus ideas y promover la integración
del territorio brasileño. Getúlio Vargas (1930-45 y 1950-54),
sabiendo del potencial del radio creó el programa Voz do Brasil
(1935) [La Voz de Brasil], que tenía como objetivo promover la integración
nacional, crear una identidad política y difundir sus ideas políticas.
Siguiendo la misma trayectoria, Adhemar de Barros, cuando Interventor del
Estado de San Pablo, durante el Estado Novo (1937-45), creó un programa
de radio (1938) con alcance estadual que tenía el nombre sugestivo
de Palestra ao Pé do Fogo [Coloquio al Pie del Fuego]
referencia a los residentes del interior del estado que escuchaban
radio cerca de sus cocinas a leña. El presidente José Sarney
(1985-89) readaptó este título e implantó un programa
denominado Conversas ao Pé do Rádio [Conversaciones
al Pie del Radio]. Los gobernadores Orestes Quércia y Antonio Fleury
Filho también crearon programas de radio para el Estado de San Pablo.
En los años 1950, la prensa escrita ejerció un papel muy importante,
pues construyó y, principalmente, destruyó carreras políticas.
Había un posicionamiento político explícito a favor
de determinados candidatos y liderazgos. La exención, neutralidad,
objetividad eran palabras extrañas a la prensa de aquel período.
Recordemos la presencia del periódico O Estado de S. Paulo,
crítico férreo de Getúlio Vargas y de otros líderes
políticos que no expresaban su ideario político.
Fue en este contexto, de oposición al gobierno Vargas, que el periódico
Última Hora del periodista Samuel Wainer fue creado y
tenía como objetivo defender a Getúlio de los ataques de sus
opositores. Lo interesante es que este periódico sólo pudo
ser creado con la ayuda financiera del Banco do Brasil.
José Sarney, cuando presidente, negoció con los políticos
la ampliación de su mandato (de 4 para 5 años) y concedió
un enorme número de concesiones de radio y televisión. Emblemáticamente,
Antonio Carlos Magalhães (ex gobernador del Estado de Bahía
y actual senador de la república) era su Secretario de Comunicaciones
y coordinaba todo este proceso de concesiones (conforme documentario de
la BBC de Londres Muito Além do Cidadão Kane [Mucho
Más Allá del Ciudadano Kane]).
Para que se pueda comprender la dinámica actual de las concesiones
de radio, se debe tener en cuenta a los siguientes datos: 40% de las radios
brasileñas están en las manos de los políticos; 20%
en las manos de evangélicos y entre 10% a 15% están con la
Iglesia Católica (OESP, 27/09/1997). Las radios piratas
(que no tienen permiso para funcionar) son controladas por políticos
2.000 FMs de las 10.000 existentes en el país (FSP, 26/06/00).
Las tablas abajo sintetizan el poder de ciertas familias que monopolizan
los medios de comunicación:
TABLA 1
GRUPOS FAMILIARES EN LA RADIODIFUSIÓN BRASILEÑA
Obs: aunque la legislación en vigor limite a cinco el número de emisoras de TV por grupo, las redes nacionales burlan la regla asociándose con las estaciones de otros propietarios que funcionan como meras repetidoras locales o regionales de la programación nacional.
TABLA 2
EMISORAS DE RADIO Y TV CONTROLADAS POR POLÍTICOS.
BRASIL (1994)
Otro ejemplo de esta relación promiscua entre la prensa y el poder
se puede verificar en el libro Notícias do Planalto de
Mário Sérgio Conti, que relata todas las articulaciones de
los medios con la ascensión y caída de Fernando Collor de
Mello (1989-1992).
Quienes controlan los medios son quienes controlan la propia formación
del hombre. Por lo tanto, hablar en opinión pública es hablar
en opinión formada por los medios.
2. Las Elecciones Directas Apenas en 1989
¿La cobertura del proceso electoral realizada por los medios es
exenta, neutra y objetiva? No.
Para analizar el posicionamiento de los medios en las elecciones en Brasil,
voy a destacar la estrategia política de crear un clima de miedo
constante en los pleitos electorales -, tras un período de
redemocratización en Brasil. Esta estrategia fue utilizada para combatir
la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores,
desde las elecciones directas de 1989 hasta las de 2002.
El miedo puede ser fabricado y producido por un sistema político
y/o creado para estimular e impulsar la obediencia de los ciudadanos en
determinadas sociedades. En este sentido, se deben analizar los medios como
productores de conocimientos y generadores de construcciones sociales que
trabajan con la idea del miedo y construyen representaciones sociales que
estimulan este sentimiento, sea en la programación diaria sea en
los noticieros y en el tipo de cobertura periodística realizada por
estos medios.
Para analizar la utilización del miedo como estrategia política,
para sensibilizar el votante durante las campañas electorales para
la Presidencia de la República, se pretende recuperar algunas propagandas
electorales, testimonios de actores políticos metidos en la disputa
electoral y la prensa escrita, en los períodos electorales de 1989,
1994, 1998 y 2002. La hipótesis aquí es la de que el miedo
fue la estrategia de persuasión (Figueiredo et alii,
1997:109) utilizada por determinados candidatos para convencer a los electores
a votar contra Luiz Inácio Lula da Silva.
Aunque el enfoque de este texto no dé privilegio a las campañas
electorales (Horario Gratuito de Propaganda Electoral HGPE) como
objeto de estudio, se consideró que Las campañas dialogan
con el elector con el objetivo de persuadirlo a votar en determinado candidato
y rechazar a sus adversarios. En este sentido, la explicación del
resultado electoral observado pasa, necesariamente, por el análisis
del debate que las campañas traban entre sí (Figueiredo
et alii, 1997:109)
Nuestros propios medios son utilizados como fuente de pesquisa porque ejercen
un papel crucial en el proceso de selección de los candidatos.
Los medios pueden informar al elector sobre la viabilidad de cada candidato,
pero también transmitir otros mensajes que pueden pesar en la opinión
pública (Shapiro et alii, 1994: 03). Es con esta preocupación
que será analizada la cobertura periodística de las elecciones
en estos períodos, destacando el tema miedo.
2.1. Las Elecciones de 1989
Las elecciones de 1989 pueden ser consideradas un marco en la política
brasileña porque fue exactamente en este período que se restableció
la elección directa para la Presidencia de la República en
Brasil, tras 21 años de régimen militar. Aquel proceso electoral
fue marcado por una cobertura extremadamente tendenciosa, con ediciones
de debates políticos y con el apoyo irrestricto de parte de los medios
de una determinada candidatura.
Toda la prensa escrita, así como la televisión y el radio,
destacaran el fenómeno Collor como algo nuevo en la política
brasileña, comprando el slogan de Collor como el cazador
de maharajaes y como el político que introduciría a
Brasil en el contexto internacional. Todos los otros candidatos y, principalmente,
el candidato del PT, Luiz Inácio Lula da Silva, fueron descalificados
por los medios.
Para ejemplificar el uso del miedo como estrategia política, se puede
destacar que el candidato Collor afirmaba, en el Horario Gratuito de Propaganda
Electoral, que Lula, si ganara las elecciones en el 2º turno, confiscaría
el ahorro, lo que generó un clima de temor por parte de los electores.
En el último programa del HGPE, Collor dijo que (Lula) no honraría
los rendimientos de su cuenta de ahorro. Ser moderno, mi gente, no es querer
tomar el dinero que usted consigue, con sacrificio, depositar en su cuenta
de ahorro. Ser moderno, mi gente, no es quedarse con el dinero del fruto
de su trabajo sudado y sacrificado, como quiere el otro candidato. Ser moderno,
mi gente, es respetar al ahorro, el ahorro es sagrado, y garantir ese dinerito
más que usted logra juntar es garantir su propiedad, por menor que
sea (HGPE 2º turno, dic/89).
En aquella elección, se descubrió el cautiverio de Abílio
Diniz, empresario y dueño de la Red Pão-de-Açúcar,
que había sido secuestrado por una cuadrilla de terroristas extranjeros,
con participación de un brasileño. En el momento de la captura,
uno de los secuestradores salió del cautiverio vistiendo un polo
de la propaganda de Lula. Posteriormente, se confirmó que la policía
lo había obligado a vestir el polo, en una tentativa de acusar a
Lula y al PT de estar involucrados en aquel acto terrorista, provocando
miedo de esta candidatura y de su partido.
El miedo del ateísmo y de la persecución religiosa también
marcó la propaganda contra Lula, además de la idea de que
él era revolucionario, contra los derechos de la propiedad y a favor
de la jarana, de la anarquía y del comunismo. Collor afirmó
en el último programa electoral: El día 17 usted va
a marcar el nombre de Collor en la cédula y dar un fin al miedo y
al terrorismo de los que se alimentan de la huelga del trabajador víctima
de la injusticia (HGPE, Collor, dic/89).
Collor fue elegido como resultado de este trabajo ejecutado por los medios
brasileños y coordinado por las organizaciones Globo. Para que su
victoria surtiera efecto, el equipo de Collor, corroborado por la cobertura
de los medios, levantó acusaciones y calumnias contra Lula, incluso
aspectos de su vida personal. La TV Globo, a través de la edición
del Jornal Nacional, el noticiero más importante del país,
privilegió al candidato Collor, descalificando a Lula.
Tras 2 años y nueve meses, el sueño de las elites
brasileñas se volvió una pesadilla y el fenómeno
Collor fue destruido. La prensa cambió su posición y
empezó a atacar a Collor (corrupción, malversación,
desmanes). Los caras pintadas salieron a las calles exigiendo
la salida de Collor. El Congreso Nacional, tras escuchar a las súplicas
populares, y también las elites políticas
resolvieron abrir un proceso contra el presidente Collor que resultó
en su impeachment, ocurrido en diciembre de 1992.
2.2. Las Elecciones de 1994
Itamar Franco, vicepresidente de Collor, asumió la presidencia.
Se estaba trazando un nuevo plan de articulación de las elites dominantes
para la recuperación de la hegemonía. El Plan Real que visaba
controlar la inflación y promover la estabilización de la
moneda fue implantado por el entonces Ministro de la Economía, Fernando
Henrique Cardoso.
En las elecciones presidenciales de 1994, el embate fundamental ocurriría
entre FHC del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña) que
hizo coligación con el PFL (Partido de la Frente Liberal) y parte
del PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño) contra
Lula del PT. En aquel proceso electoral, los medios también trabajaron
a favor de Cardoso y compraron el slogan de campaña del
candidato de la situación: defienda al Plan Real. El
candidato del PT era considerado opositor al plan de estabilidad y, según
fuentes gubernamentales y la propaganda electoral del candidato del PSDB,
traería de vuelta la inflación a Brasil. Nuevamente, se creó
un clima de miedo en la población, favoreciendo la victoria de FHC.
Otro punto explorado por los medios y por la candidatura de FHC se refirió
a la cuestión internacional y a la crisis económica. En esta
ocasión, Lula hizo la siguiente ponderación: Lo que
no se puede es que el gobierno haga un acuerdo con el FMI con miedo de que
Lula gane la elección (FSP, 30/04/94). En este caso, el miedo
trabajado fue la presión internacional y la resistencia de estos
sectores respecto al candidato del PT. Los medios contribuyeron para divulgar
una concepción positiva del gobierno de Fernando Henrique Cardoso.
Como ejemplo se puede citar la divulgación de los 3 años del
Plan Real, el plan de estabilización trazado por el Gobierno Itamar
Franco, cuando el Ministro de la Economía era el actual presidente
de la República de Brasil. Los medios apenas enfatizaron los aspectos
positivos del Plan, olvidándose de las consecuencias
de este proceso, como el aumento de la desigualdad social y del desempleo.
Otro aspecto que debe ser enfatizado es la existencia de una práctica
política de descalificación de las oposiciones al gobierno
FHC, como si éstas actuaran en contra de Brasil.
Nuevamente se inició un rumor de que, si ganara las elecciones, Lula
cerraría todas las iglesias evangélicas. Para defenderse de
esta intriga, Lula argumentó: Creo que la libertad religiosa
es uno de los presupuestos de la democracia (FSP, 17/06/94). Es interesante
observar los cambios que ocurrieron de 1994 a 2002, pues ahora, en este
último pleito electoral, el PL (Partido Liberal), relacionado con
determinados sectores evangélicos, hizo alianzas con Lula, indicando
incluso el vicepresidente, el senador José Alencar, miembro del partido.
2.3. Las Elecciones de 1998
En el año de 1998, otro proceso electoral sucedió y nuevamente
dos candidaturas se destacaron: la del presidente Fernando Henrique Cardoso
y la de Luiz Inácio Lula da Silva, candidato del PT. La campaña
electoral en estas elecciones estuvo totalmente centrada en la idea de la
continuidad, siendo que cualquier ruptura era evaluada como extremadamente
negativa. La crisis internacional que se destacaba en el escenario político
fue citada como inevitable y el único candidato capaz de enfrentarla
era FHC. El miedo nuevamente fue utilizado para justificar la necesidad
de mantener la política como estaba, pues, cambiando el gobernante,
podríamos provocar un caos político y, principalmente, económico
en el país. En aquellas elecciones, la política desapareció
de los noticieros y los debates políticos no se realizaron porque
FHC se rehusó a participar y las propias emisoras de comunicación
no se interesaron en promoverlos.
La elección de 1998 trajo otra novedad que favoreció la candidatura
de FHC: la posibilidad de reelección. Para tanto, la Constitución
brasileña fue alterada, contemplando tales cambios en el sistema
electoral. Otra novedad que también ayudó al candidato de
la situación fue el hecho de no precisar desligarse del cargo que
ocupaba, lo que significó que Cardoso hizo su campaña electoral
ocupando la Presidencia de la República. Esta cuestión fue
fundamental para comprender como pasó la cobertura de los medios
en aquel proceso electoral, porque los actos del gobierno se mezclaban con
noticias de la campaña electoral, determinando la victoria de FHC.
Es interesante observar que ahora el miedo estaba asociado con la crisis
internacional y el liderazgo capaz de enfrentarla. También prevalece
la descalificación de Lula, como político sin experiencia
administrativa y sin título universitario y, por tanto, sin capacidad
para resolver la crisis económica. Según el consultor político
Gaudêncio Torcuato, el voto en el presidente FHC Es un voto
consciente, pero amargado (OESP, 05/10/98).
2.4. Las Elecciones de 2002
Lula toma posesión hoy; 76% esperan buen desempeño
(FSP, 01/01/03). Fiesta y esperanza para Lula presidente (OESP,
01/01/03). Estos titulares estampan las expectativas creadas en torno de
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente elegido el 27/10/02. Para lograr
vencer las elecciones, Lula tuvo que enfrentarse a cuatro campañas
electorales, totalizando 12 años de espera. ¿Por qué
esta reversión de expectativas de parte de la población brasileña?
¿Ocurrió algún cambio en la cultura política
brasileña para asimilar y elegir a un candidato que ya había
perdido tantas elecciones? ¿El PT (Partido de los Trabajadores) y
el desempeño del candidato se alteraron?
Las elecciones de 2002 empezaron a ser articuladas después del pleito
de 1998. Las candidaturas de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) y Ciro
Comes (Partido Popular Socialista /PPS-Partido Laborista Brasileño/PTB-Partido
Democrático Laborista/PDT) ya estaban lanzadas tras la divulgación
de los resultados electorales que dieron la victoria al candidato Fernando
Henrique Cardoso (PSDB), que se reeligió para ocupar la Presidencia
por más cuatro años.
La novedad de este proceso electoral fue el lanzamiento de la candidatura
de José Serra (PSDB), que se impuso a pesar de toda la resistencia
de los sectores de su partido. Anthony Garotinho, ex Gobernador de Río
de Janeiro, concurrió a pesar de la resistencia de su partido (Partido
Socialista Brasileño/PSB) a su nombre. Superando todas las expectativas,
logró una votación considerable y llegó al 3er lugar
en la votación del 1er turno.
Un aspecto llama la atención en este proceso electoral: ¿por
qué los medios abrieron tanto espacio para que los candidatos expusieran
sus programas de gobierno? Los medios, involucrando a los periódicos,
revistas y, principalmente, la televisión, fueron fundamentales en
este proceso electoral, para que las distintas candidaturas pudieran ser
conocidas. Este cambio de actitud de los medios de comunicación se
debió a algunos factores.
El candidato de la oposición al gobierno Fernando Henrique Cardoso,
Luiz Inácio Lula da Silva, siempre estuvo en 1er lugar en las pesquisas
electorales que expresaban la tendencia del electorado brasileño.
Las emisoras de TV realizaron debates con los candidatos, aspecto impensable
en 1994 y 1998 período electoral en que el candidato de la
situación, Fernando Henrique Cardoso del PSDB, se posicionaba en
1er lugar en las pesquisas electorales.
Los otros candidatos que disputaron la Presidencia (Ciro Gomes, Anthony
Garotinho y José Serra) necesitaban ser conocidos por el electorado
para volverse alternativas a la candidatura Lula, ya que los medios siempre
se posicionaron contra este candidato. Apenas a fines de la campaña,
cuando la victoria de Lula ya estaba prácticamente definida, es que
algunos sectores de los medios empezaron a asimilar un poco el candidato
del PT.
En este sentido, los medios, principalmente la televisión y la Red
Globo en particular, también abrieron espacio para conquistar la
credibilidad comprometida en varios pleitos electorales (1989, 1994 y 1998).
Este cambio de actitud de la emisora provocó adhesiones de las emisoras
y los periódicos, que, para no quedarse atrás, entraron en
la disputa para promover debates políticos y realizar entrevistas
con los candidatos.
La exposición de los cuatro candidatos fue exhaustiva y la presencia
de estos sucedió en varios espacios mediáticos: periódicos,
con cobertura especial; noticieros; talk shows; programas de auditorio;
programas de radio. Los comicios en grandes espacios públicos no
fueron fundamentales en este proceso electoral, ya que las campañas
se mediatizaron y centraron sus esfuerzos en la aparición de los
candidatos en los medios de comunicación y en el Horario Gratuito
de Propaganda Electoral.
En este momento, el marketing político, tan propalado y criticado,
fue marcado con la presencia de grandes estrellas como Duda Mendonça,
que dirigió la campaña de Lula del PT, Nelson Biondi y Nizan
Guanaes, que coordinaron la campaña de José Serra y dieron
el tono de la propaganda electoral.
La religión nuevamente apareció en este proceso electoral
y marcó el espacio político y las coligaciones partidarias.
Ahora, no se hablaba más en el cierre de las iglesias evangélicas,
ya que estas se pusieron en el mercado electoral como partícipes.
En este período, las iglesias fueron buscadas por todos los partidos
políticos, empezando con la candidatura de Lula, que hizo una alianza
con el PL y, como afirmamos, escogió el empresario natural del Estado
de Minas Gerais, José Alencar, como su vice.
Otro aspecto de este proceso electoral que se destacó fue la presencia
de las instituciones financieras internacionales posicionándose políticamente
y exigiendo ciertas garantías de pago de la deuda y de cumplimiento
de los compromisos financieros asumidos por el actual gobierno de Fernando
Henrique Cardoso (PSDB). El Riesgo Brasil, las oscilaciones
de la Bolsa de Valores y el alza del dólar se transformaron en las
grandes preocupaciones de los medios y provocaron declaraciones de los diferentes
candidatos.
La asociación entre las instabilidades económica y política
y la candidatura de Lula del PT fue inmediata. Las capas de las revistas
semanales y los periódicos estampaban esta relación entre
Lula y la instabilidad, generando el miedo. El mercado adquirió una
aura de autonomía y de algo que pairaba en el aire. En
una edición de la revista Veja (22/05/02), el miedo de la posible
victoria de Lula está estampada en la capa: Por qué
Lula asusta al mercado Lula aparece mirando hacia arriba y
acompañando el gráfico que asocia el crecimiento de la intención
de voto en Lula y el aumento del Riesgo Brasil. En la revista
IstoÉ Dinheiro, Lula también aparece en la capa, con el siguiente
titular: Por qué el mercado le teme a Lula crece la
tensión entre los empresarios y los banqueros con la candidatura
del PT y Lula muestra a DINHEIRO su plan económico para calmar la
comunidad financiera (15/05/02).
En junio, la revista Veja trabajó nuevamente con el miedo. Ahora,
la cuestión discutida es si ¿Brasil puede volverse una
Argentina? El reportaje aborda la desvalorización del real,
siendo que la comparación con el desastre económico y político
en la Argentina es inmediata. El título del reportaje dice: Hasta
el PT tiene miedo el texto presenta la preocupación
del PT en perder su electorado. Para que eso no ocurriera, el partido presentó
los cambios estratégicos que pretende hacer para revertir esta imagen
de asociación de la crisis en Brasil con la Argentina y la idea de
que el PT es un partido de alto riesgo. En la misma revista,
otro reportaje considera que La crisis explotó antes de la
hora y que los tucanes siguen reafirmando que Lula elegido equivale
al riesgo de caos (19/06/02).
Tras varios acuerdos y la divulgación de la Carta al Pueblo Brasileño
(junio/02), que tuvo como objetivo esclarecer los posicionamientos del PT
en el área económico-financiera, fue posible calmar
el mercado y esta nueva situación apareció en la capa
de la revista IstoÉ: Lula no asusta más Con la
propuesta de un capitalismo humanizado, el candidato petista es alabado
por la prensa conservadora extranjera, es aprobado en el debate de la Red
Bandeirantes y es aplaudido en la Fiesp [Federación de las Industrias
del Estado de San Pablo] y en la Bovespa [Bolsa de Valores de San Pablo],
donde antes era un sapo difícil de tragar (14/08/02). Lula
aparece sonriendo en la foto y aparentando tranquilidad.
En la última semana antes de las elecciones del 2º turno, la
revista Veja estampó en la capa una figura amedrentadora: un animal
con tres cabezas retratando a Marx, Trotsky y Lenin rabiosos y babeando.
El título de la revista trabajaba con el miedo del PT. Lo que
quieren los radicales del PT Entre los petistas, 30% son de alas
revolucionarias. Se quedaron quietos durante la campaña. Si Lula
gana, van a cobrar la factura. El PT dice que no paga (23/10/02).
Es posible interpretar el contenido de la materia de la siguiente forma:
Lula puede haber cambiado, pero existe un sector dentro del PT compuesto
de radicales que estorbarán el gobierno de Lula, si él
vence las elecciones, por lo tanto, cuídense, el peligro está
suelto.
Ciertas estrategias de campaña no dan el resultado esperado. De esta
vez, el miedo no fue asimilado por el electorado. El candidato gubernista,
en un momento de desespero electoral, apeló para el uso del miedo
para ahuyentar a los electores del PT, pero no surtió efecto. Lula
venció a pesar de las presiones del mercado y del contraataque orquestado
por el candidato de la situación. Lula contó con el apoyo
de una parcela del empresariado, con la adhesión a su candidatura
de Ciro Gomes y de Anthony Garotinho. Lula venció.
El PT tuvo que vencer el miedo del electorado, mudar la imagen y el significado
de la izquierda de este partido, visando atingir a los empresarios, calmar
el mercado financiero y conquistar los sectores de las clases medias antes
temerosos del candidato y del partido. El PT tuvo que vender y derribar
el prejuicio del electorado, que siempre valorizó el diploma universitario
y la experiencia administrativa como atributos ideales de un candidato a
un cargo ejecutivo. El PT tuvo que desconstruir la imagen de un partido
político dogmático, radical, intransigente y construir la
imagen de un partido moderno, negociador, confiable y conciliador.
Además de las otras razones que explican la victoria del PT, también
debemos considerar que Luiz Inácio Lula da Silva y el PT cambiaron
y este cambio empezó después de las elecciones de 1998. El
partido cambió su estrategia política, formuló un programa
partidario más moderado y alteró la imagen del candidato,
ahora caracterizado como un trabajador brasileño, un político
serio, humano y sensible. El lado radical hace lugar al Lula paz y
amor, al PT light. Las alas más radicales del PT
ya habían dejado el partido.
En busca de la ampliación de su base electoral, fueron resaltadas,
en su programa partidario de 2002, las experiencias administrativas del
PT en varios gobiernos estaduales y municipales, teniendo como preocupación
presentar su capacidad de gobernar y su credibilidad en administrar el país.
Tales experiencias también mostraron que el PT, como partido, debería
establecer alianzas más amplias, con varios sectores de la sociedad,
así como amenizar ciertas posiciones ideológicas para que
pudiera gobernar, ampliando, con esta actitud, su electorado.
Los medios, principalmente la Red Globo, en la cobertura del proceso electoral
y, sobretodo después de la victoria de Lula, resaltaron en sus reportajes
más las características personales de este líder, como
pudimos observar en el Jornal Nacional de 28/10/02 y en el Globo Repórter
de 01/11/02. En el Jornal Nacional, el presidente elegido, Luiz Inácio
Lula da Silva, fue el invitado especial y todo el programa se atuvo al proceso
electoral y a la victoria de Lula. Fue resaltado su pasado personal de lucha
como dirigente sindical y sus amigos y compañeros de lucha política
recordaron hechos y destacaron características que sólo involucraban
a Lula como persona, como individuo. Las referencias partidarias y, principalmente,
su conexión histórica como líder del Partido de los
Trabajadores fueron olvidadas. Las administraciones petistas en los niveles
estaduales y municipales fueron ignoradas por el Jornal Nacional.
3. El Gobierno Lula y las Elecciones de 2006.
Determinados sectores de los medios brasileños fueron condescendientes
con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el comienzo de su
gestión. Lula adoptó una política económica
de agrado de las instituciones financieras internacionales y mantuvo en
el Ministerio de la Economía un político que se identificó
y defendió a la política neoliberal, Antonio Pallocci.
Las alianzas políticas establecidas en el período electoral
PP (Partido Progresista), PTB (Partido Laborista Brasileño)
y PL (Partido Liberal) fueron mantenidas y los cargos políticos
distribuidos por todos estos segmentos políticos, que se mostraron
en varios momentos infieles a las propuestas del gobierno de Lula. Para
contener las disidencias y establecer una política de obediencia
de estos aliados, la facción hegemónica del Partido
de los Trabajadores Campo Mayoritario presidido hasta las
elecciones de 2002 por José Dirceu, adoptó una práctica
de comprar votos de los parlamentarios de la base aliada para
que votaran a favor de los principales proyectos de ley encaminados por
el gobierno.
El presidente del PTB, Roberto Jefferson, hasta entonces aliado del gobierno
petista, se vio abandonado por el PT y por el gobierno, al ocurrir una denuncia
de que había indicios de corrupción involucrando a políticos
indicados por el PTB para que ocuparan cargos en los órganos públicos,
principalmente en el Correo Nacional, órgano relacionado con el Ministerio
de las Comunicaciones. Un funcionario de los correos fue flagrado recibiendo
soborno de un empresario para facilitar la tramitación de mercaderías
que circulaban por esta área gubernamental.
El escándalo político, involucrando al PT, fue deflagrado
después que Jefferson concedió una entrevista al periódico
Folha de S. Paulo denunciando que el PT estaba involucrado en varias prácticas
irregulares para la formación de caixa 2 o la práctica
de malversar fondos de caja, necesario para financiar las campañas
electorales de candidatos del PT en 2002. Este parlamentario también
denunció que había un esquema de pago de dinero a los parlamentarios
de la base aliada para que votaran a favor del gobierno. Tal práctica
quedó conocida como mensalão, ya que involucraba
al pago mensual de dinero para que los proyectos más polémicos
fueran aprobados por la Cámara de los Diputados.
Para investigar tales denuncias fue instaurada una Comisión Parlamentaria
Mixta de Averiguación (CPMI), formada por senadores y diputados federales.
Como resultado de estas investigaciones, fueron casados por falta de decoro
parlamentar los siguientes diputados hasta el presente momento: Roberto
Jefferson (PTB), José Dirceu (PT) y Pedro Corrêa (PP). Otros
parlamentarios denunciados fueron absueltos por el plenario de la Cámara
Federal o renunciaron a sus mandatos para que no fueran casados.
Los medios ejercieron un papel fundamental en este escándalo político
al dar destaque, en sus ediciones diarias y semanales, a las denuncias hechas
por testigos que englobaban desde la secretaria de una empresa
de Publicidad y Propaganda hasta parlamentarios con histórico político
comprometido por otras prácticas ilícitas en otros momentos
de la historia política brasileña.
Para discutir la crisis política que anda ocurriendo en el gobierno
Lula, en la Cámara de los Diputados y en varios sectores de la sociedad
brasileña, muchas cuestiones deben ser planteadas, como aquellas
que tratan del sistema político, el sistema electoral, el sistema
partidario, la (in)fidelidad partidaria y la formación de las coligaciones
partidarias.
La crisis política actual es grave y los cambios grandiosos y salidas
políticas que apuntan a la consolidación de la democracia
brasileña, palabra de orden de muchos intelectuales que analizan
la crisis, no deben alterar mucha cosa. La democracia en el país
es inestable, con características peculiares y va a seguir siendo
así en tanto que no se cambie la cultura política de la sociedad
brasileña, marcada por una visión antipolítica y antipartidaria.
El comportamiento de algunos sectores de nuestra clase política también
contribuye para el cuestionamiento de las esferas gubernamental y parlamentaria,
resultado de varios escándalos políticos producidos en los
últimos años.
Las elecciones de 2006 apuntan a una tendencia de polarización entre
la flexibilización de la política económica y la profundización
de esa misma política en lo tocante a un proceso de reformas más
radicales. Lula, hasta el presente momento, logró distanciar su imagen
política, su carisma personal del Partido de los Trabajadores.
El gran triunfo de Lula en este período electoral es que su política
económica alcanzó buenos resultados. La adopción de
políticas sociales que atingen a segmentos más pobres de la
población brasileña Bolsa Familia, Bolsa Alimentación,
Prouni refuerza la imagen de Lula en estos sectores. La crisis política
manchó la imagen del PT como un partido ético y provocó
la salida de varios militantes históricos del PT. Lula reaccionó
a la crisis culpando a los malos petistas. Lula es la única alternativa
del partido en estas elecciones e intentará construir sus alianzas
y campaña en una propuesta basada en la autonomía programática.
El candidato del PSDB es el actual Gobernador del Estado de San Pablo, Geraldo
Alckmin, ligado a la Opus Dei, y el candidato del PMDB es Anthony Garotinho,
ligado a la Iglesia Evangélica. Los medios ya se posicionan a favor
del gobernador Alckmin y las denuncias contra los dirigentes del PT aún
están ocurriendo. Las homologaciones de las candidaturas a la Presidencia
de la República sucederán solamente a partir del mes de junio.
Aún es temprano para hacer previsiones, pero podemos afirmar que
las campañas electorales intentarán descalificar la actual
gestión del presidente Lula, usando imágenes comprometedoras
de dirigentes y personas ligadas al PT y el propio PT no se encuentra cohesivo
y con fuerza política para enfrentar a este proceso electoral. A
pesar de todos los ataques, Lula aún permanece con una evaluación
positiva del punto de vista personal y de su gobierno. La lucha política
será trabada fundamentalmente entre Lula (PT) y el PSDB (FHC), con
Alckmin.
Para finalizar, podemos afirmar que grande parte del pueblo brasileño
posee conocimientos e informaciones adquiridos solamente por la programación
de la televisión. Para asegurar la libertad de información
y de comunicación es esencial que ocurra la democratización
de los medios de comunicación, permitiendo el acceso abierto a todas
las fuerzas políticas presentes en la sociedad brasileña.
Bibliografía
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de governo de 1989 e 1998. Dissertação de Mestrado. São
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como estratégia política, in Eleições
presidenciais em 2002 no Brasil ensaios sobre Mídia, Cultura
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teoria, método e evidência. Revista Opinião Pública,
Campinas, Cesop, Unicamp, ano II, vol II, nº 1, junho/94.
Revistas - Veja, IstoÉ, Carta Capital e Época.
Sítios da Internet
Datafolha. <http://www1.uol.com.br/folha/datafolha/eleicoes>
Fundação Perseu Abramo. <http://www.fpabramo.org.br>
* Vera Chaia Profesora del Departamento de Política
y del Programa de Postgrado en Ciencias Sociales. Investigadora del Neamp
(Núcleo de Estudios en Arte, Medios y Política) de la Pontificia
Universidad Católica de San Pablo e del CNPq (Consejo Nacional de
Investigación) del Ministerio de Ciencia y Tecnología (Brasil).

Rua Ministro Godoi, 969 - 4º andar - sala 4E-20 - CEP 05015-001




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